Blas de Lezo Nació en Pasajes (Guipúzcoa) en 1689. Hijo de Pedro de Lezo y Agustina Olavarrieta ingresó en la Marina con 15 años. Tras la muerte del rey Carlos II sin descendencia, Lezo se vio involucrado en la guerra entre los Austrias y Borbones y, en 1704 en la batalla de Vélez-Málaga, la más importante de la Guerra de Sucesión, una bala de cañón se llevó la pierna izquierda de Blas de Lezo, la historia cuenta que, aún después de recibir el disparo, el marino siguió luchando en su puesto de combate.
2 años más tarde, en 1706, en la fortaleza de Santa Catalina de Tolón tras el impacto de un cañonazo; una esquirla fue a caer en su ojo izquierdo, perdiendo así la vista desde ese mismo momento. Años más tarde, cuando tenía 26, en Barcelona, recibió un balazo en el antebrazo derecho que lo dejó manco para toda su vida. Con todo esto, empezó a ser conocido como el amirante Patapalo o el Mediohombre.
Terminada la Guerra de Sucesión, Lezo destacó en varias hazañas y fue por esto que el rey ascendió a nuestro protagonista a teniente general en 1734.
La gran gesta de Blas de Lezo.
Nuestro Almirante Patapalo tuvo que defender Cartagena de Indias de los ingleses que estaban interesados en conquistar el territorio.
Al mando del Almirante inglés Edward Vernon, con una flota de 195 navíos, 3.000 cañones y unos 25.000 ingleses apoyados por 4.000 milicianos de EEUU, se preparó para atacar a la armada española.
Por otra parte, Blas de Lezo, preparó una defensa que no pasaban de 3.000 hombres, 600 indios flecheros, más la marinería y tropa de infantería de marina de los seis navíos de guerra de los que disponía la ciudad. Aunque también disponía a su favor el campo de batalla, ya que la entrada por mar a Cartagena de Indias sólo se podía llevar a cabo mediante dos estrechos accesos, el Bocachica y Bocagrande.
La batalla empezó por el mar, Lezo usaba bolas encadenadas para inutilizar los barcos ingleses. Además, el español incendió sus buques para obstruir el canal navegable de Bocachica y Bocagrande, retrasando así el avance inglés.
El Almirante Vernon se sentía ganador, así que, confiado, intentó rematar a la defensa española atacando por la retaguardia. Lo que los ingleses no confiaban era que sus tropas serían mermadas con fiebres al cruzar la selva y que Blas de Lezo les esperaba.
Nuestro Almirante ordenó cavar un foso alrededor de los muros para así aumentar su altura, de este modo, las tropas inglesas no consiguieron alcanzar con sus escalas la defensa del Castillo de San Felipe y Blas de Lezo, resultó ganador.
Con menos de 600 defensores lograron que el enemigo se retirara y volvieran a sus navíos. En definitiva, una de las proezas más destacables en estrategia militar por un mediohombre.
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